Sin sonrisa ni lágrimas pintadas,
ni ropaje con parches de colores,
es un triste payaso que en amores,
convierte la tristeza en carcajadas.
La vida le propina bofetadas,
y aplaude la ironía sus dolores,
mientras lloran de plástico las flores
por las penas vividas y enraizadas.
El bufón vuelve al cielo de poetas
donde observa su palma una gitana,
con visión de esperanza amurallada.
Al son de los tambores y trompetas
el circo se despide hasta mañana,
y el sol deja una luna sonrojada.
Un soneto sublime, metáforas que impactan...Un deleite leer su poema, Maestro!
ResponderEliminarMuy bueno, me gustó mucho. Admiro su capacidad para escribir poesía,cosa que a mi me cuesta.
ResponderEliminarabrazos totales.