Presentación del libro

viernes, 25 de febrero de 2011

Sin cielo

Fue un dolor profundo
de un amor eterno,
y por cada lágrima
se apagó una estrella.
Fue muy largo el llanto,
se quedó sin cielo.


miércoles, 23 de febrero de 2011

Terremoto

Paredes recostadas
Aire enrarecido
Caminos fragmentados
Llora un niño
Cuerpos mutilados
Atacan virus
Sueños destrozados
Sol perecido
Se escuchan gritos
Se oyen silencios
Masa de polvo
con sangre y tierra
La vida deja
materia inerte
Arbol herido
Perros sin suerte
Padre sin hijos
Hijos sin padre
El viento se suma
con olor a muerte


Sólo una señal.


He quitado hojas
de los almanaques,
se me fue la vida
sin poder hallarte.
En las noches blancas
creía encontrarte,
pero en su agonía,
sólo piel y carne.
Sembré la esperanza
en un cuerpo yerto,
cosechando angustias
en mi gran desierto.
Y hoy las soledades
son mis compañeras,
junto a los silencios,
gritos que ayer fueran.
Sé que tú me esperas
con mismas pasiones
y mismos deseos,
dame una señal…
deja que te vea.

Caricias

Regálame esta noche
sin preguntarme nada,
bésame con silencios
acaríciame el alma.
Me acostaré en tu cama
compartiré tu almohada,
te daré mis pedazos,
no pidas que te ame.
Tal vez en la mañana
mi corazón palpite,
si tus ojos reflejan
la luz de mi mirada.
Llévame contigo
al mundo de la calma,
mi llanto ya se ha muerto,
son gotas de esperanza.
Regálame esta noche….,
y acaríciame el alma.


Sin soles


Al morir la noche,
llamas del averno,
con tonos de grises
en tu desnudez me pierdo.
Fuimos un entero
que nos fusionamos.
Las luces del alba,
nos rompe,
nos quiebra,
para ser pedazos,
solamente partes,
del amor prohibido
de dos trasnochados.
Y en la despedida,
incendiamos naves
ritual que calcina
todos los pecados.
Como peregrinos,
por sendas opuestas,
el mismo deseo…
¡que muera otro día!