En tu cuerpo me pierdo en sus arenas,
y en sueños de pecado me calcino;
espejismo de un oasis y alucino,
beberte hasta saciar mi sed de penas.
Por amarte he sufrido mil condenas,
pero sigo tus huellas, mi destino;
imposible alejarme del camino
que me atrajo con cantos de sirenas.
Sos luz en las estrellas de mi noche,
y perfumas con tus labios a mi alma
con la dulce fragancia de tus besos.
Si escuchas de la angustia algún reproche,
comprende que el dolor no tiene calma.
En un mundo de amantes no habrá ilesos.
es un poema de maravilla
ResponderEliminarporque nos amaremos mientras quede un restigio de vida y un suspiro de un "te quiero"
ResponderEliminar