Montado en un caballo de madera
cabalgo sobre sueños y esperanzas,
sumando en cada vuelta mis andanzas
que guardo en el morral de mi quimera.
Si el viejo carrusel desfalleciera,
la guerra concluiría y sus matanzas,
mi niño olvidaría las venganzas
y el robo de sortija de una pera.
La vida no conoce de tardanzas,
dejó a la inocencia en la ganchera.
Soy hombre con manojos de añoranzas.
Volver a dar mil vueltas si pudiera,
a un mundo virginal en desconfianzas.
Vivir en puro amor, eso quisiera.
La vida no conoce de tardanzas....Hermoso Miguel.
ResponderEliminarMuy hermoso Miguel . Eres un maestro sin duda !!
ResponderEliminarSaludos cariñosos y que tengas suerte con el libro .