Presentación del libro

jueves, 20 de octubre de 2011

Soñándote

Camino el cordón de la vereda,
suicida por la senda del abismo,
amar a tu mentira es mi realismo,
morir y renacer es mi moneda.

Tu amor es el huésped que mi alma hospeda,
y sólo lo conoce mi utopismo.
Mis ojos no reflejan mi nudismo
y tú no puedes ver lo que me queda.

Te sueño compartiendo el paraíso
tendidos bajo un árbol de manzanas.
Culpables de un pecado original.

Entonces nos anulan el permiso,
y somos dos amantes que entre llamas,
viajamos del Edén a lo infernal.



2 comentarios:

  1. Un soneto primoroso, hasta el "pecado original", "las llamas del infierno", todo, se convierte en una dulce PANACEA,versos exquisitos, dichos con elegancia que hacen agradables al gusto del lector,fascina leer su RIMA,Maestro RIMADOR...

    ResponderEliminar
  2. Tiene el don de escribir exquisitos sonetos. Es realmente un placer leerlo. Felicidades.

    ResponderEliminar