Presentación del libro

martes, 17 de mayo de 2011

495 lunas


En noches de carnavales,
en los terruños de Artigas,
bajó un ángel a la tierra
para guardar de mis días.
Con las alitas plegadas
ocultas por la inocencia,
era una luz que brillaba
en las sombras de mi ausencia.
Fue la pasión de mis noches,
y la calma de mis días;
como escultora de soles
me ha proyectado la vida.
Cuando se eclipsa la luna
y las musas me abandonan,
respiro lento su piel,
y muta pluma en paloma.



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